Un año difícil. Ya no por no poder salir de pesca por supuesto. Pero si por una pandemia que nos pilló un poco descolocados y de la cual nos ha costado recuperarnos.
Pocas son las salidas, sobre todo cuando ya se empezaba a poder salir un poquito, y aprovechábamos para dar algún paseo desde orilla.
Entre rato y rato cuando se podía, me pasaba por mi querido pantano para al menos dar un poquito alimento a los peces, para que siguieran fuertes y saludables!! XD
Y por supuesto cuando dejaban las circunstancias me pasaba a tantear a ver si les había gustado lo que les había echado..
En otra ocasión ya un poco más avanzado el año, en una salida en barco por cijara..
UNO
DOS
TRES..
Y hasta cuatro cacharros se marcó el colega en un momento casi en la misma zona. Y yo ni verlos, únicamente practicando mis dotes de mal fotógrafo.
Otra de las salidas que he recordado perfectamente cuando he visto las fotos. Un día perfecto.
Todo pintaba muy bien, la zona estaba de documental de pesca, y las ganas se habían ido acumulando hasta límites peligrosos. Pero el simple hecho de poder salir e intentar mimetizarse lo máximo posible con el ambiente, para mí, era suficiente. (Lo digo ahora que se que no saqué ningún pez).
La concentración era absoluta, intentábamos exprimir cada lance y cada minuto como si fuera el último. Hasta que por fin, sin previo aviso, se arrancó en la caña de mi compañero lo que parecía algo de muy buen porte. No tardamos en averiguar después de varias carreras hacia el fondo, que se trataba de un enorme ejemplar de Barbo Comizo. Con los nervios a flor de piel, tocaba intentar frenarlo para que no quedase enredado con los nenúfares.
Resultado satisfactorio.
Precioso animal que quedará para el recuerdo.
Por último tengo que subir otra foto de estas que se podría enmarcar. Menuda cabeza y menuda coloración.
