inicio

información (14) Revistas (3) Sesiones (29) Videos (2)

domingo, 26 de mayo de 2013

En tierras manchegas

Finales de mes de mayo, en plena explosión primaveral y con unos días libres, decido pasar 36 horas a pie de orilla en un escenario bien conocido por mí.

La primera idea fue pasar la jornada en aguas extremeñas, concretamente en el embalse de García Sola, pero al disponer de poco tiempo y encima sabiendo que tenía que pasar la jornada yo solo, decidí quedarme en una zona más cercana y tranquila.
Aunque sabía que aquí era poco probable sacar alguna carpa de gran porte si sabía que por lo menos me iba a entretener con carpitas de entre 2  y 6kg.

Llegué al pantano a eso de las 07:00 horas, en el cebadero no puse demasiada cantidad ya que no quería que se hartaran de comer. Utilicé un par de kilos de maíz cocido, medio kilo de cañamones, un par de kilos de pellets de pescado y dulces, y unos tres kilos de engodo y aproximadamente unas 20 bolas por postura.

Sobre las 09:00 horas ya tenía las posturas colocadas en las zonas que anteriormente me dieron buenos resultados, monté el refugio, la bedchair y siestecita mañanera.
La mañana estaba fresca, con unos 10 grados y el pesquil estaba tranquilo sin movimientos de peces.

Sobre las 14:00 horas después de disfrutar de una tranquilidad absoluta, un pitido rompió el silencio y  la posterior carrera como alma que lleva el diablo para clavarla cuanto antes. Una carpita de algo menos de dos kilos que habría la veda.



A partir de ese momento y hasta justo antes de anochecer, el cebadero era un hervidero constante de burbujas, saltos, carpas boqueando…
No pasó ni una hora cuando la misma caña se arrancó con una fuerte carrera hacia las eneas, suerte que estaba cerca de las cañas y pude pararla en su huida. Una carpita que andaba cerca de tres kilos y que por la fuerza que demostró se notaba el buen estado de salud.



Tras esta picada y viendo el movimiento de peces que había por la zona recebé con unas diez o doce bolas por caña.

Entre las 16:00 y las 17:00 conseguí sacar una carpa que no llegaba al kilo y otra que fue la mayor captura de la jornada, una preciosa común muy luchadora que rondaba los 5`5 kilos.







Hasta ahora todas las picadas habían sido a la misma caña, que tenía como cebo un  showman de boilie dulce soluble con boilie flotante fluor de dynamite bais. Por lo cual decidí cambiar la postura de la otra caña y montarla igual, y la otra puse unos boilies que Gus me dejó y que siempre me habían dado peces en este pantano.

Un par de picadas de carpas que no llegaban al kilo y no llegué a fotografiar y llegaron las 21:00, se pasó Fimo de visita un par de horitas y por supuesto la carpa que picó dejé que la sacara él, no llegaba a dos kilera pero fué emocionante.


Una fotito de recuerdo con la luna llena al fondo. Aplicamos antiséptico ya que fué la única que salió con un desgarrillo un poco feo pero nada preocupante.


Una vez sólo, y tras reponer un poco las fuerzas, a eso de las 00:00 horas entró a las bolas que me dejó Gus una común de algo mas de tres kiletes. 



Después de ésta picada pude dormir un poquito, por lo menos por lo menos hasta las  03:00, luego me pasó algo curioso poque tuve picadas que llegaban a sacar algun metro de hilo del carrete pero no llegaban a clavar. Tenia bajos montados con montaje anti-expulsión, pero aún así, al menos unas diez veces me levanté precipidamente a dar el cachete, sin notar resistencia alguna en el otro extremo. Eso sí, no me dejaron dormir mas de una hora seguida.

Al amanecer otro par de carpitas dos kileras y la última algo curioso porque le faltaba la mitad de la aleta caudal, que parecia perfectamente cortada, y la aleta dorsal también tenía lo que parecia un mordisco o incluso llegué a pensar en que era un arañazo causado por el encontronazo con alguna nutria. Le puse un poco de antiséptico en la cola aunque no tenía muy buena pinta.



Ya pegaba el sol que no veas y me fuí para casa a descansar un poco. Pero volveré....


viernes, 24 de mayo de 2013

Explorando en mayo



Finales de mayo, por la mañana visita a unas graveras cercanas, bonito paisaje y bonita zona para tentar a los Black bass, y según nos informaron también cuenta con una importante población de carpas con alguna de gran tamaño. Eso sí, inaccesible desde la orilla, no descarto una sesioncita con pato para este verano.




Por la tarde nos acercamos a un pantano extremeño para ver como andaban los Black bass. Después de varios ataques a los alburnos allí concentrados, mi compañero Gus sacó este precioso Bass que estaba bien gordito el jodio.