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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Depredando IV


Estabamos a mediados de Septiembre, las temperaturas se van suavizando poco a poco y ya me permite pasar un día entero subido en el pato y accediendo a los lugares donde las personas de orilla les es imposible lanzar sus señuelos. Decidí hacercarme a un lugar que ya me había dado buenos resultados por estas fechas en años anteriores ya que goza de una buena población de lucientes bastante majos que hacen que pases un día inolvidable. La zona en sí es bastante completa ya que dispone de reculas, grandes zonas con vegetación y zonas profundas con refugios, ademas de orillas poco accesibles.
La noche de antes lo típico, miras el tiempo, el calendario lunar, el sigpac, el google maps, y todo lo que se te va ocurriendo para poder plantear una estrategia o simplemente como distribuir las horas del día.
Con todo preparado a las 06:00 de la mañana salgo para la localización, preparo el pato, los señuelos, el almuerzo y al agua.  Por la mañana me dediqué a las orillas con algo de profundidad y que estaban repletos de refugios de donde poder intentar sacar la carrera de algúno de estos dientudos pero la verdad que no hubo mucha suerte, y durante toda la mañana no pude disfrutar de ninguna alocada carrera ni el mas leve tironzito.
Fué sobre las 15:00 de la tarde cuando empezó la locura, coloqué un crankbaits con babero grande y todo cambió, el primero fué el mas grande y la lucha fué brutal, no me esperaba la picada ya que estaba a escasos metros del pato y pude apreciar como una sombra hacía desaparecer mi pececillo y acto seguido conseguir sacar almenos diez o doce metros de sedal.




No es un "monstruo" de rio pero hasta la fecha había sido el lucio mas grande que había entrado en mis señuelos y me sentía mas feliz que un niño con un juguete nuevo. Desanzuelé suavemente y al agua después de una sesión de fotos para el recuerdo.

Después un pequeño parón de una hora y luego en unas mismas coberturas dos pequeños lucietes con garras que hicieron, que para mí, el día fuera de recuerdo.



Ya para terminar la sesión a última hora entró a un gran crank un pequeñín para despedirme como está mandao. Todos fueron devueltos al agua sin daños y aunque me preocupa que estas especies puedan devorar anfibios, peces autóctonos y demás, no nos queda otra que convivir con ellos porque ya son una especie mas de nuestro ecosistema y ellos no tienen la culpa de estár aqui!.